Hola a todas y a todos
A poco tiempo de iniciar el reto
de los noventa días, quiero dejar en claro que la razón principal que me motiva
a hacer esto es la confianza. Si señores, C-O-N-F-I-A-N-Z-A.
Durante toda nuestra vida la
televisión nos ha inculcado que no se necesita tener una característica
específica para triunfar en el amor, simplemente te basta con ser quien eres.
¿Quién no ha visto una novela donde el más feo, introvertido y apático
personaje se queda con la chica más bonita del set?
Por esta y muchas otras razones
decidí pegarle una patada voladora a mi caja tonta y dejar de creer en tantas
estupideces. Después de casi 22 años de ser quien soy, tengo poca experiencia
con el género femenino. Damas y caballeros, se darán cuenta que muchas de mis
entradas son ideas acerca de crear vínculos con el sexo femenino, y mostrarles
cómo tu cuerpo adquiere una energía asombrosa con tan solo dejar unos hábitos,
que si bien parecen inocentes, son completamente perjudiciales.
REGLA DE LOS 3 SEGUNDOS
Muchos artistas del ligue
aseguran que al hablarle a una chica durante los primeros 3 segundos en que
notas su presencia, no le das suficiente tiempo a tu mente para que entre en un
estado de pánico. Un ejercicio muy conocido por los internautas es aplicar esta
regla a todas las chicas que veas. No digo que te lances a ligar con ellas,
puedes iniciar preguntándole la hora o una dirección.
Ayer estaba tratando de aplicar
este ejercicio a cualquier chica que se me cruzara por el camino, y noté que
aún no sentía la suficiente confianza y motivación para hacerlo. No fueron
necesarios los 3 segundos para que mi mente inventara excusas para evitar
iniciar una conversación con ellas, llevando a la frustración de no poder
cumplir con mi cometido.
Sé lo que están pensando, que
todo este rollo no está dando resultado. Pero tengan en cuenta que acabo de
empezar. Para empezar a ver cambios en mi forma de pensar, estimo que deberá
pasar por lo menos un mes.
Sin embargo, tenemos que
considerar que no fapearse de por sí no solucionará todos los problemas de
nuestra vida. Hay que tomar acción sobre nosotros mismos y sobre nuestro
entorno para convertirnos en las personas que siempre soñamos ser.
Por lo tanto, voy a hacer una
pequeña modificación en el ejercicio de los 3 segundos, y es hablar con
cualquier persona que tenga a la vista. Sea un anciano, niño, joven, mujer u
hombre. Gran parte de mi ansiedad no se limita solo a las mujeres, sino a
cualquier tipo de persona. Este ejercicio debe estar enfocado a superar la
ansiedad desde sus raíces, con el objetivo de que al hablar con una mujer, la
conversación fluya de una manera natural.
¡Nos vemos en la próxima entrega!